viernes, 1 de mayo de 2009


Acabo de caer. Hasta no verlo empacando cada una de sus cosas, no caí. Matías se va, se muda. ¡Cuanta envidia! Pero, aún más grande, cuanta nostalgia. Aunque nos hicimos grandes, y nos evitamos las 24hs, y directamente, ni nos saludamos, y nuestros comentarios hacia el otro siempre sean agresiones, va a ser raro.  ¡Toda mi infancia! Desde pelearnos (y yo siempre salir perdiendo), jugar a la casita, desenterrar gusanos y hacer experimentos, hacer terrarios, despertarnos todas las mañanas a ver super-match, jugar al sega, y vos odiandome porque yo con cuatro años gane el sonic, y vos nunca. Yo no queriendo apagar la tele, porque me daba miedo la oscuridad, vos, todas las noches diciendo "que sueñes con los angelitos" y yo "que sueñes con demonios", nuestros brazos lastimados por jugar a "quien golpea mas fuerte", el basket, el futbol (antes estaban marcados los arcos en el patio, lastima que pintaron).  Pili, Jerry, Mafala I, Mafalda II. El tetris. Nosotros, siempre pidiendo el  "adivina quien" y nuestros viejos promentiendonos que iban a comprarnoslo (jamas sucedio). La computadora y el sims. El crash, el need for speed. El Tony Hawk. "Cuarto de nenes terribles". Toda mi infancia. Supongo que tendre que acostumbrarme.. de última, vive cerca. (Y pensandolo bien, siempre supe el desenlace, ya tengo a donde escapar)

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Ok, te sigo