jueves, 21 de enero de 2010

Una vez me dijeron que como eramos muy diferentes no podíamos estar juntos. Me pareció rarisimo que me digan eso, yo necesito de esas diferencias. Lo diferente me estimula. Me hace querer aprender, descubrir, descifrar. Siempre me pareció que el momento en el que más se aprende sobre la otra persona es aquel, en que terminas de tener relaciones. Así te tildan de fácil, de rapido, y de todo lo que vos quieras, pero es indescriptible la variedad de temas interesantisimos que (no se por qué) se tocan en ese momento. Mirando el techo, cansados, ya no importa nada. Ya dejaste de pensar tanto. Ya no se calcula tanto todo. Más que nada la siento en mi esa diferencia: cuando me suelto. No se si decir si en ese momento soy yo plenamente, o soy otra persona. Supongo que son varias las versiones de mi. Soy yo amplificado, las partes escondidas que no se ven a simple vista. Lo triste, es que al abrirme me ato. Me pego como un imán. y después vienen los problemas..

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Ok, te sigo